El 8M ha supuesto para
mí un homenaje a tantas y tantas compañeras que tanto han invisibilizado y
siguen invisibilizando. Sororidad, compañerismo, lucha.... El 8m es un día
por el que luchar, por nosotras, por nuestras abuelas, madres, hermanas, sobrinas,
primas, por las que no están, por las que no tienen voz e, incluso, por
aquellas que se niegan a que esté día exista.
Aunque nieguen, la desigualdad está
presente en nuestro día a día: brecha salarial, techos de cristal, desigualdad
laboral, estereotipos y roles de género, leyes desiguales... Este día será
necesario hasta que esto desaparezca.
Jésica
Nadal Agudo
Secretaria
de Feminismo, Cultura y Comunicación JSA-Zaragoza
A fecha de hoy, 8 de marzo de 2021, se
han notificado 4 mujeres asesinadas por violencia de género en España en este
año y 1.082 desde 2003.
Esta reflexión que ahora leéis la
escribo con antelación a la celebración del día de la mujer. Me veo obligada a
no escribir la cifra de mujeres asesinadas hasta el mismo día, 8 de marzo,
porque sé que desde el día que estoy escribiendo esta reflexión hasta el día de
la mujer, el número de asesinatos puede seguir aumentado. Y seguramente, cuando
hayan pasado unos días o, incluso, unas horas desde el mismo 8 de marzo, el
número de mujeres asesinadas habrá vuelto a crecer. El asesinato a una
mujer es el último escalón de innumerables vejaciones que la mujer ha tenido
que sufrir y soportar. 4 mujeres asesinadas en lo que llevamos de año,
pero: ¿Y cuántas mujeres, ahora mismo, estarán sufriendo cualquier nivel de
machismo? Me horroriza solo pensarlo.
Para mi sorpresa, cada vez son más el
número de mujeres que denuncian públicamente insultos y juicios de valores de
otras, también mujeres, por redes sociales. ¿Cómo es posible esto? Me pregunto.
¿Qué derecho, pensamos, que tenemos para juzgar a una persona? Os lo diré yo:
NINGUNO. Juzgar, se juzga a los criminales, a esos que ejercen el machismo
contra la mujer y que toda la sociedad tenemos el deber de condenar.
Seamos libres, sin ataduras, hagamos lo
que queramos, cuando queramos y de la manera que queramos, siempre con respeto.
Andrea Rodríguez Duarte
Secretaria de Reto Demográfico y Lucha
contra la Despoblación JSA-Zaragoza
Hoy también es un día en el que
reivindicamos el papel de las mujeres que trabajan en primera línea en los
servicios esenciales para toda la sociedad. Agradecemos el papel de las sanitarias,
trabajadoras sociales, limpiadoras, obreras, cajeras... Por todas aquellas
mujeres trabajadoras y cuidadoras. Los cuidados continúan siendo altamente
feminizados y el trabajo doméstico poco reconocido y valorado.
Es preciso el planteamiento de una
solución real y efectiva a la crisis de los cuidados. Por unas políticas que
favorezcan la corresponsabilidad y la igualdad de género.
Débora
Tais de Lima Cardoso
Secretaria
de Derechos Sociales JSA-Zaragoza
Érase
una vez un castillo en la oscuridad. Un castillo construido con “suelos
pegajosos”, “brechas” y “techos de cristal”. Este castillo esta habitado por
hombres y mujeres, pero el cuento para ambos géneros todavía se escribe de
forma desigual. Dentro de sus paredes hay mujeres que sufren violencia machista
por el simple hecho de serlo. Mujeres que son más cuestionadas, estereotipadas,
cosificadas o hipersexualizadas por el simple hecho de serlo. Mujeres que
cuentan con más dificultades para acceder al mundo laboral, y cuando están
dentro del mismo obtienen empleos más precarios o menos oportunidades de
ascenso, una vez por el simple hecho de ser, efectivamente, mujeres. Y por ser
mujeres también se ha simplificado, minusvalorado e incluso invisibilizado su
labor no remunerada, que no por ello menos relevante. De hecho, está más que
demostrado que en los periodos de mayores dificultades dentro de este castillo
son las mujeres las que desempeñan una labor esencial para el cuidado de éste.
Con esta
pequeña metáfora quiero dar mi punto de vista sobre la todavía gran necesidad
del 8-M (Día Internacional de la Mujer) y sus reivindicaciones dentro del
mismo. A lo largo de nuestra Historia han sido numerosas mujeres las que han
dedicado su vida a derribar ladrillos de este castillo y luchar en pro al
movimiento feminista y la obtención de una sociedad entre iguales. Sin embargo,
el castillo todavía sigue en pie, y la igualdad real entre hombres y mujeres
todavía no es una realidad. Si bien es cierto que los ladrillos del castillo se
derriban poco a poco, día a día, todavía hay mucho trabajo por hacer. Por
tanto, el 8 de marzo es la mayor visibilización de ese trabajo, y la
oportunidad para mostrarle al mundo que la igualdad es la única vía y el feminismo
la mayor herramienta para conseguirla.
Andrea Sobreviela García
Secretaria de Organización, Acción Electoral y Europa JSA-Zaragoza
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