La autoría del concepto actual
de Justicia Social hay que otorgársela a Aristóteles, que a su vez, se inspiró
en Platón. Aristóteles en su obra, Ética
a Nicómaco, hace una distinción entre Justicia Comunicativa y Justicia
Distributiva. Actualmente, las demandas de Justicia Social abordan muchos más
ámbitos que la mera redistribución económica, centrándose en lo que ha venido a
denominarse como las “políticas de reconocimiento”. Ya no se prioriza de forma
exclusiva una redistribución de los recursos, sino que se abordan otros
aspectos esenciales para los seres humanos como la equidad y el respeto a los
derechos humanos que resultan esenciales para que cada persona pueda desarrollar
su máximo potencial y lograr la consecución de una sociedad en paz.
El origen de este día nace como consecuencia de la aprobación de la Resolución aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 26 de noviembre de 2007 que recoge que el desarrollo social y la justicia social son indispensables para la consecución y el mantenimiento de la paz y la seguridad en las naciones y entre ellas, así como que el desarrollo social y la justicia social no pueden alcanzarse si no hay paz y seguridad o si no se respetan todos los derechos humanos y las libertades fundamentales.
La Justicia Social no solo
aboga por la defensa y el respeto de estos derechos y libertades fundamentales
sino que estos deben poder ser garantizados de forma activa y real. Avanzando
así hacia la consecución de mayores cotas de dignidad y libertad de las personas.
En este sentido, la Educación, juega un papel determinante como elemento que
persigue el desarrollo de una sociedad más justa, tanto ahora como en el
futuro. Una Educación que busque el desarrollo integral de las personas a lo
largo de toda su etapa vital, especialmente en aquellas que más lo necesitan.
Que cuestione y reflexione el porqué de las cosas, capaz de generar ciudadanos
y ciudadanas críticos/as y cuya finalidad última sea la consecución de una
sociedad más justa, pacífica y democrática.
La crisis sanitaria que
estamos viviendo ha puesto de manifiesto la creciente, y cada vez mayor, brecha
digital existente entre los países desarrollados y los países en vías de
desarrollo. Estas diferencias se han hecho visibles también dentro de las propias
fronteras de cada país. La disponibilidad y el acceso a Internet o a
dispositivos tecnológicos, entre otras muchas, ha agravado más las
desigualdades latentes. Por todo ello, este año el tema escogido es: Un llamamiento a la justicia social en la
economía digital. Se quiere buscar de forma conjunta por parte de todos los
países medidas que ayuden a revertir esta problemática, el fomento de
oportunidades laborales dignas y la protección de los derechos laborales en el
contexto de las nuevas tecnologías y la robotización.
Javier Berges Palacio
Vicesecretario General y Secretario de Memoria Histórica y Justicia Social de las JSA-Zaragoza
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