Recuerdo el primer año de universidad. Junto a mis compañeras, fui a una jornada que se organizaba sobre Violencia de Género. En ella, una mujer de unos 65 años, o quizá más, contó ante una sala llena de gente lo que tanto se había callado: los años de maltrato que había sufrido por parte de su pareja y padre de sus hijos. Los insultos, vejaciones, patadas, puñetazos,... tantos golpes silenciados porque habrá tenido un mal día, algo habrás hecho, eso es cosa de familia y en ella se queda...
Siempre recordaré cuándo pronunció esa frase, “es cosa de familia”. Buscando la complicidad de las mujeres de su familia al contarle el maltrato que estaba sufriendo, un grito de auxilio quedó silenciado con esa frase. En los años siguientes, te vas educando en el feminismo, vas conociendo, preguntando y sigues encontrándote a mujeres, que buscando una complicidad, se encuentran las mismas frases, aguanta, ya se pasará, tendrá una mala época.
A.O.
Primera mujer en España que expuso en televisión los malos tratos que había
sufrido por parte de su pareja y padre de sus hijos. Su expareja cumplió sus
amenazas 13 días después de su entrevista y fue asesinada en 1997.
A.B.
Superviviente de violencia de género. Vivió 11 años de continuas agresiones por
parte de su pareja y padre de sus hijos.
O.S.
Tras un año de relación, su pareja le disparó en cuatro ocasiones y después se
suicidó.
¿Cuántas veces se tuvieron que callar y aguantar? ¿Cuántas veces buscaron complicidad sin obtenerla? ¿Cuántos años de sufrimiento tuvieron que aguantar? Hoy, 25 de Noviembre, conmemoramos el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Hoy, les rendimos homenaje.
El
17 de diciembre de 1999 las Naciones Unidas designaron el 25 de noviembre para
conmemorar todos aquellos casos que han sufrido las mujeres a lo largo de la
historia. La elección de este día sirve como homenaje para recordar el
asesinato de tres hermanas, Patricia, Minerva y María Teresa, que fueron
asesinadas el 25 de noviembre de 1960.
Hoy,
es un homenaje para todas las mujeres. Para nuestras madres, nuestras amigas,
nuestras hermanas, tías, primas abuelas,... Para todas aquellas mujeres que han
denunciado, las que van a denunciar, las que han denunciado por ellas, las que
son libres. Porque no son víctimas, son supervivientes.
Pero
no debemos quedarnos solo con el día de hoy, debemos seguir luchando y
visibilizando todas las situaciones de injusticia hacía la mujer, ya sea por
parte de sus parejas, amigos, familiares o extraños. Cada día que pasa debemos
dejar de normalizar situaciones como amenazas, agresiones o insultos, dejar que
los niños y niñas vistan y jueguen con lo que quieran, juzgar por si la falda
que lleva es demasiado corta o lleva mucho escote o infravalorar a nuestras
compañeras y juzgarlas. Debemos luchar todas las personas juntas para que no
sea necesario rendir homenaje a ninguna asesinada más.
Jésica Nadal Agudo
Secretaria de Feminismo, Cultura y Comunicación
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