El compromiso de una generación

«La memoria en sí misma, la evocación del pasado, no es ni buena ni mala, todo depende del propósito que perseguimos con esa evocación. Cua...

Por los desaparecidos; contra el olvido

«La memoria en sí misma, la evocación del pasado, no es ni buena ni mala, todo depende del propósito que perseguimos con esa evocación. Cuando la memoria se aprovecha para la venganza, la autopromoción, la obtención de privilegios, se puede hablar de abuso. Cuando se logra poner al servicio de la verdad y la justicia, el abuso desaparece».
Tzvetan Tódorov ​ (Lingüista, filósofo e historiador)
El 21 de diciembre de 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas a través de la  Resolución 65/209 decidió declarar el 30 de agosto Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas:
“Las desapariciones forzadas, que en su día fueron principalmente el producto de las dictaduras militares, pueden perpetrarse hoy día en situaciones complejas de conflicto interno, especialmente como método de represión política de los oponentes. Es motivo de especial preocupación:
-          El acoso de los defensores de los derechos humanos, los parientes de las víctimas, los testigos, y los abogados que se ocupan de los casos de desaparición forzada.
 -          El uso por los Estados de la lucha contra el terrorismo como excusa para el incumplimiento de sus obligaciones.
 -          La todavía generalizada impunidad por la práctica de la desaparición forzada. Debe prestarse también especial atención a los grupos de personas especialmente vulnerables, como los niños o las personas con discapacidad”.
España es el segundo país del mundo con más fosas comunes, solo superado por Camboya. Se calcula que hay esparcidos en torno a 120.000 compatriotas que fueron represaliados durante la Guerra Civil y el Franquismo. En los últimos 15 años, solamente se han abierto menos de 400 de las 2.382 registradas.
Para buscar la verdad, hacer justicia con aquellos/as que fueron privados de ella y dignificar a la víctimas y a sus familias se creó la Ley de Memoria Histórica del 26 de Diciembre de 2007 que pretendía reconocer y ampliar derechos a quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura. El artículo 1.2 y 2.1 reflejan a la perfección el espíritu de la misma:
“Mediante la presente ley, como política pública, se pretende el fomento de los valores y principios democráticos, facilitando el conocimiento de los hechos y circunstancias acaecidos durante la Guerra Civil y la Dictadura, y asegurando la preservación de los documentos relacionados con ese periodo histórico y depositados en archivos públicos.”
“Como expresión del derecho de todos los ciudadanos a la reparación moral y a la recuperación de su memoria personal y familiar, se reconoce y declara el carácter radicalmente injusto de todas las condenas, sanciones y cualesquiera formas de violencia personal producidas por razones políticas, ideológicas o de creencia religiosa, durante la Guerra Civil, así como las sufridas por las mismas causas durante la Dictadura."Mediante la presente Ley, como política pública, se pretende el fomento de los valores y principios democráticos, facilitando el conocimiento de los hechos y circunstancias acaecidos durante la Guerra civil y la Dictadura, y asegurando la preservación de los documentos relacionados con ese período histórico y depositados en archivos públicos".Mediante la presente Ley, como política pública, se pretende el fomento de los valores y principios democráticos, facilitando el conocimiento de los hechos y circunstancias acaecidos durante la Guerra civil y la Dictadura, y asegurando la preservación de los documentos relacionados con ese período histórico y depositados en archivos públicos".l reflejo del espíritu de la misma: reflererrrrrr"Mediante la presente Ley, como política pública, se pretende el fomento de los valores y principios democráticos, facilitando el conocimiento de los hechos y circunstancias acaecidos durante la Guerra civil y la Dictadura, y asegurando la preservación de los documentos relacionados con ese período histórico y depositados en archivos públicos".
La llegada de Mariano Rajoy a la Moncloa en noviembre de 2011 implicó el cumplimiento de una de las pocas cosas que prometió: “Yo eliminaría todos los artículos de la ley de memoria histórica que hablan de dar dinero público para recuperar el pasado. No daría ni un solo euro público a esos efectos”, dijo Rajoy, en febrero de 2008, en una entrevista en 20 minutos. Y así, ante la falta de financiación y la desidia por parte de la mayoría de las administraciones bajo gobierno conservador, ésta ley se ha incumplido sistemáticamente y se dejó morir.
Las demandas de cientos de familias han tenido que esperar a que en los respectivos organismos locales, provinciales y autonómicos hubiese un cambio político y una mayor sensibilidad para ver atendidas sus justas peticiones. El ejemplo más claro y cercano lo encontramos en el actual Gobierno de Aragón con la aprobación el 18 de julio de 2017 el proyecto de Ley de Memoria Democrática. Una ley valiente y ambiciosa que regula aspectos tan importantes como la figura de la desaparición forzosa, la actualización del número de fosas existentes en la comunidad, la aplicación de políticas activas en materia de exhumaciones y medidas encaminadas a dotar de dignidad a las víctimas.

Los poderes públicos deben adquirir el compromiso de respaldar la legítima pretensión de toda persona a saber qué pasó con sus familiares, de amparar a las víctimas y el reconocimiento y la condena de todos los actos violentos que tanto sufrimiento originaron. No se debe pensar que se persigue la confrontación o la creación de nuevas polémicas, lo que se pretende es transmitir a las generaciones futuras valores democráticos como la paz, la justicia social, la libertad o la tolerancia para afianzar nuestra democracia y la conciencia de que sólo la palabra es el medio valido para hacer política. Y esto es un compromiso de todos y todas

Javier Berges Palacio: Sº de Memoria Histórica y Justicia Social de las JSPZ

0 comentarios: