Este 12 de agosto se cumplen 18 años desde que se designara
por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas como día internacional
de la juventud.
Celebración como sinónimo de reivindicación, de lucha, de consecución
de los objetivos para que la problemática juvenil se trate como algo
prioritario y no como algo residual tal y como la historia reciente (y no tan
reciente) nos ha demostrado.
Si miramos unos años atrás, nadie puede negar que los
jóvenes hemos pagado con dureza la crisis económica;
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¿Dónde está el acceso a la vivienda?
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¿Dónde está el acceso al mercado laboral?
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De emanciparse ya ni hablamos.
En definitiva, ¿Dónde han ido a parar tantas y tantas
promesas?
Solo llegaremos a encontrar soluciones reales y eficaces con
la unión de toda la sociedad, cuando creamos de verdad que los jóvenes tienen
realmente problemas que solucionar y cuando se realicen planes conjuntos entre
las distintas administraciones, agentes sociales y económicos, en vez de tomar
medidas parche. Eso si, contemos con la opinión de los afectados: los jóvenes.
Es cierto que si nos basamos únicamente en cifras la
situación va mejorando, pero si buceamos un poco en ellas nos daremos cuenta
que un porcentaje alto es a costa del aumento de la precariedad laboral. ¿Es
realmente esto lo que queremos? ¿Queremos seguir propiciando desigualdades en
nuestra sociedad? ¿Queremos seguir alimentando las frustraciones? Yo desde
luego lo digo alto y claro: NO
Pero tampoco ayuda nada a la juventud poner etiquetas (que
si los ni-ni, que si los si-si, que si la generación tal…) o generalizar (todos los y las jóvenes son vagos y vagas, no tienen motivaciones, solo hacen mas que beber y salir de
fiesta, en mis tiempos…). Hay que dejarse ya de tutorizaciones y dejarnos ser
eso, jóvenes. Por que por cada acción negativa veo 100 acciones positivas. Por
lo tanto yo estoy muy orgulloso de la juventud, luchadora y con ganas de
cambiar este mundo.
Quiero finalizar con la temática elegida para este año, reclamando el fin de las violencias para conseguir un mundo libre, igualitario y en paz.
No olvidemos que una
vez mas los paganos suelen ser los jóvenes y con especial crudeza las mujeres.
Jóvenes que no se les deja serlo para realizar otras tareas: esclavitud, trata,
meros trofeos de guerra, y una larga lista de la vergüenza que no nos debería
dejar indiferentes.
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