Este siete de abril, celebramos el Día Mundial de la
Salud. Un concepto, el de Salud, que hoy en día va estrechamente relacionado
con el de Sanidad, con el de Sistema Sanitario y el de las Políticas de Salud
llevadas a cabo desde los distintos Gobiernos.
Los niveles de salud, la esperanza de vida y la
calidad de la misma de las poblaciones, concretamente de la población española,
ha sufrido un incremento exponencial durante las últimas décadas; una mejora
sustancial que ha sido alumbrada por el nacimiento y la mejora de nuestro
sistema público de Sanidad. Hoy por hoy, España es uno de los países con mayor
esperanza de vida del mundo, sobrepasando los 83 años y, para la década de los
cuarenta, The Lancet vaticina que
seremos el país que encabece todos los rankings.
El Día Mundial de la Salud es un día del que los y las
socialistas debemos de sentirnos especialmente orgullosos. No se entiende
nuestro Sistema de Salud, sus grandes cotas de popularidad y su demostrada
calidad y efectividad, sin la acción de los y las socialistas.
El próximo 25 de abril se cumplirán 33 años desde que
el Ministro Ernest Lluch, del Partit dels
Socialistes de Catalunya (PSC), dentro del primer gobierno de Felipe González,
en 1985, promulgara la Ley General de Sanidad (LGS). Esta ley, que puso en pie
uno de los tres pilares de nuestro sistema social (hoy cuatro, gracias al
Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y su Sistema de Atención a la
Dependencia), junto con la Educación y las Pensiones públicas de calidad y al
alcance de todos/as, también gracias a gobiernos con marca PSOE, conquistaría
la universalización de la sanidad (que no sólo aquellos/as que cotizaran
pudieran ser atendidos), la creación del Sistema Nacional de Salud que
coordinaría la política sanitaria del país e imprimiría orden y cohesión en la
misma y la descentralización que permitiría a las Comunidades Autónomas la
posibilidad de desarrollar y administrar sus sistemas sanitarios.
El Partido Socialista puso en pie uno de los sistemas
sanitarios más robustos, amplios y completos del mundo, un sistema convertido
en referente en materia de sanidad mundial, que sirvió de modelo a la
administración Obama en su reforma para intentar emular un sistema sanitario
algo más igualitario para los Estados Unidos, y el Partido Socialista lo
defendió y mejoró durante los siguientes 25 años ante el acoso y derribo de la
derecha española.
Cuando, en 2012, el Gobierno de Mariano Rajoy y el PP
tumbó unilateralmente con su mayoría absoluta uno de los fundamentos de la
sanidad española, la de su universalidad, dejando a sectores desfavorecidos y
necesitados de estos servicios fuera de su atención, como la de los inmigrantes
en situación irregular, los y las socialistas nos manifestamos y luchamos por
todas las vías para defender no sólo nuestro modelo sanitario, sino una sanidad
de calidad para todas y para todos, que no distinguiera por origen ni por
cualquier otro condicionante.
De nuevo fue un Gobierno socialista el que recuperó
esta universalidad. El Ejecutivo de Pedro Sánchez y la Ministra de Sanidad,
Carmen Montón, el pasado 27 de julio, llevaba a la realidad uno de sus
compromisos a los que se llegó tras la moción de censura, en palabras del
Presidente Sánchez y la Ministra Montón, por decencia política y porque una
sociedad justa no deja a nadie atrás. Se recuperaba un sistema sanitario que
generaba igualdad.
La Sanidad pública y de calidad, como cualquier otro
derecho, no es algo garantizado ni fuera del peligro de la regresión o la
desaparición. La sanidad pública y de calidad, como todos los derechos,
necesita ser defendida, reforzada y peleada en el día a día, necesita de
políticos/as y de política que velen por ella y que sean capaces de protegerla
y reconstituirla cuando sufra los mordiscos de la derecha que nunca la quiso y
siempre apostará por recortarla, privarla de recursos y privatizarla cuando le
sea posible.
Este siete de abril es un día en el que los y las
socialistas nos podemos congratular de tener uno de los mejores sistemas
sanitarios del mundo, con una de las poblaciones consecuentemente más
saludables y longevas del planeta. Pero debemos de seguir alerta y trabajando
en nuestro proyecto. Trabajando por una Sanidad pública 100%, con recursos y financiación
suficientes, modernos y al alcance de todos/as, con más profesionales de la
salud que alcancen a dar una atención a la altura de lo que la población se
merece. Y deberemos de luchar también desde las instituciones y los gobiernos
por frenar las nuevas olas de populismo falto de todo rigor científico que
pueden amenazar seriamente la salud, no sólo de nuestro país, sino de toda
Europa y de todo el mundo, como son los nuevos movimientos a favor de la
homeopatía y las mal llamadas medicinas alternativas (que carecen de todo valor
y fundamento médico), o los movimientos antivacunas, que ya son a día de hoy
considerados por la Organización Mundial de la Salud como una de las mayores
amenazas para la salud de Europa.
Los y las socialistas podemos estar orgullosos de
nuestro legado en sanidad y en salud, pero aún queda mucho por lo que luchar y
que defender, ¡sigamos en ello!
Daniel Martín
Bernad
(Secretario
General de las JSA-Zaragoza
y Enfermero
Interno Residente en Enfermería Familiar y Comunitaria)
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